Encontrar comida en un laberinto – una historia de hifas.





Deconstruyendo la microbiología mordisco a mordisco


Encontrar comida en un laberinto – una historia de hifas.

Los hongos son deliciosos en tu pizza o risotto. Los puedes encontrar en el bosque durante el otoño o la primavera, cuando la humedad y la temperatura son ideales. Pero lo que vemos son solo los cuerpos fructíferos, y el organismo real puede ser mucho más grande. ¿Qué tan grande? ¡Bueno, hasta 3,8 km como se muestra en este estudio!

Lo que no vemos son las hifas, los filamentos que forman el micelio. Las hifas, como las raíces de las plantas, entran en el suelo para recolectar alimento, lo que no es una tarea fácil. Y como tienen que hacerlo a oscuras, nos cuesta entender cómo pueden encontrar su camino en este laberinto.

En un estudio reciente, Aleklett y sus colegas investigaron cómo las hifas exploran su entorno utilizando un nuevo dispositivo. Ciertamente, estudiarlos en su suelo natural es muy difícil y las condiciones de laboratorio a menudo no reflejan el entorno real. Aquí, los autores diseñaron un chip con microestructuras para formar obstáculos tales como zig-zags, cuadrados, o en formas de z, aleatorizados en diferentes canales como se ve en la figura.

Su objetivo era responder a una pregunta sencilla: ¿Cómo y en qué condiciones espaciales (obstáculos, giros, etc.) pueden las hifas explorar su entorno, y tienen alguna preferencia? Porque podríamos imaginar que, si un camino es más fácil, ¿por qué no tomar ese, verdad?

Bueno, la respuesta no fue tan sencilla. En el estudio, los autores observaron a varias especies, y parece que cada una tiene una forma diferente de explorar su entorno. En otras palabras, cada especie tiene una estrategia diferente para encontrar alimento en este complejo laberinto.

Las especies eran del mismo orden, pero difieren en su hábitat ecológico: broza de humus, broza de madera dura, o colonizadores tempranos después de un incendio. Los investigadores midieron la velocidad a la que las diferentes especies se movían a través de la “carrera de obstáculos”, así como también la distancia recorrida. Además, observaron la flexibilidad de las hifas en los diferentes tipos de giros.

Los investigadores también observaron el comportamiento de los hongos en un entorno abierto y bloqueado. En la figura se puede ver que el comportamiento es diferente entre las distintas especies. Estas formarán diferentes patrones para explorar el área (más figuras en el artículo aquí).

Los autores demostraron en este estudio que el comportamiento de las hifas era altamente dependiente de la especie, y muestran que con los conceptos utilizados hasta ahora para describir el crecimiento de las hifas no se ha podido caracterizar completamente estas diferencias. Sin embargo, estos resultados ayudarán a explicar cómo las diferentes especies se separan o coexisten en su entorno, acercándonos a comprenderlas en su hábitat natural.


Enlace al artículo original: Aleklett, K., Ohlsson, P., Bengtsson, M. et al. Fungal foraging behaviour and hyphal space exploration in micro-structured Soil Chips. ISME J (2021).

El artículo del hongo de 3.8 km está aquí


Traducido por: Santiago Chaillou